Cada una de tus cuatro maternidades serán sanas y te llenarán de bienestar si se pueden nutrir de tu Energía femenina
¿Crees que la maternidad es sólo cuando una mujer se vuelve madre? Esa mirada es muy limitada. Contamos en realidad con 4 maternidades. Incluso quienes no somos madres biológicas.
La maternidad y el vínculo con tu madre
Tu primera maternidad viene del vínculo entre tú y tu madre. Tu madre es para tu psiquis la vida, la abundancia y el amor propio. De ella y de la manera como tu madre se nutrió de su propia madre, te nutres a nivel energético de la energía femenina.
Si te sentiste amado y cuidado por mamá cuando eras bebé y un niño pequeño, tu primera maternidad habrá permitido que tomaras la energía materna que viene de este lazo.
Si por el contrario, no sentiste el amor maternal de mamá, porque ella no tenía la energía disponible para su bebé, tu corazón no se habrá alimentado se esa energía femenina, lo cual incidirá en tu segunda maternidad. Puedes profundizar este tema aquí: La madre, el arquetipo de la vida misma
La maternidad y la conexión con la vida
Tu segunda maternidad se da del vínculo que sientes con la vida en su aspecto femenino. De tu relación con la Gran madre. Si sientes que la vida es dura, difícil, hostil, cruel, significa que tu vínculo con la Gran madre está quebrantado. Si no puedes sentir que la vida te ama, te arrulla y te mira con profunda ternura, no estás conectando con la energía femenina de tu segunda maternidad.
El maternaje que haces de tu niña interior
Tu tercera maternidad es la relación que creas con tu parte más inocente y vulnerable: tu niña o niño interior. Es la manera como te hablas y como te expresas de ti mismo. Es la narrativa que has construido de tu infancia. Es el maternaje que haces de ti cuando te sientes triste, enojada, frustrada o decepcionada. Puedes profundizar este tema aquí:
¿Cómo sanar a mi niño interior?
¿Cómo fortalecer mi autoestima?
Tu maternidad frente a tus hijos y bebés simbólicos
La cuarta maternidad es la relación que tienes con tus hijos. Cuando la relación es conflictiva, tóxica, o si hay apego o sobreprotección, es necesario sanar ese vínculo. Si te encuentras repitiendo patrones que viviste de niña con tu propio madre, o si te ves en un espejo como tu propia madre en aquellos rasgos que tanto odiaste, es necesario trabajar el vínculo. No sólo con tus hijos, sino también con tu madre.
Esta cuarta maternidad es también el vínculo que creas con tus bebés simbólicos. Esos proyectos, negocios, viajes, que gestas desde tu creatividad y amor. ¿Los nutres con tu energía femenina, o ves que crecen desnutridos y carentes de vitalidad?
Como ves, cada una de tus cuatro maternidades serán sanas y te llenarán de bienestar si se pueden nutrir de tu energía femenina.
Ábrete a la energía femenina para alimentar tus cuatro maternidades.
Te acompaño a hacerlo.