Un niño siempre amará a su madre por encima de todo, incluso de su esencia, a su magia, a su energía femenina.
Natali quiso constelar el caso de su hijo Santiago de 8 años. Era un niño dulce y amoroso. Sin embargo era muy agresivo con Casandra, su hermanita de 4 años. Le hablaba de una manera odiosa y displicente. Muchas veces también en peleas, la pateaba. “Es un rechazo constante hacia su hermana”, decía la madre.
El trabajo que hicimos con Natali, nos llevo a la energía femenina de Santiago y el no permiso que él sentía para tomarla.
Desde pequeño, Santiago se había enamorado de las princesas de Disney. En especial le gustaba encarnar a Elsa, la reina de la nieve. Se ponía una capa y jugaba a congelar cosas y personas en su casa. También se divertía jugando con las muñecas de su hermana en dinámicas que la incluían a ella también. La mamá me confesó que reprimía esos juegos. Le compraba el vaquero de Toy Story y el muñeco de Dr. Strange y no lo dejaba jugar con las muñecas de Casandra.
En otra ocasión, Santiago se pintó las uñas con un esmalte rosado de Natali. Cuando ella lo notó, se lo quitó escandalizada. Le dijo que los niños no se pintan las uñas de rosado.
Con los años, Santiago dejó atrás los juegos con las muñecas de Casandra y la conexión con la magia de la reina de la nieve. Con los años aumentó su agresividad con su hermana menor.
Un niño siempre amará a su madre por encima de todo, incluso de sí mismo. Hará lo necesario con tal de no perder su amor, así eso implique renunciar a su esencia, a su magia, a su energía femenina.
Casandra representaba para el inconsciente de Santiago lo que él no podía abrazar e integrar en él: su energía femenina. Así que rechazaba a su hermana, tal y como se veía forzado a rechazar algo muy íntimo en él mismo.
Natali, lloró mucho en este trabajo. Reconoció que su miedo de que su hijo fuera gay superó el amor que sentía por él. “Todo además en vano”, dijo Natali. Porque Santiago no era gay. Desde pequeño también amaba los juegos de niños y se sentía bien en su piel siendo un niño.
Natali se fue con unas pautas para hacerle saber a Santiago que estaba bien integrar su femenino. Solo esto permitiría modificar el impulso de su hijo de maltratar y rechazar a su hermana.
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