El mensaje que Alicia le dirigía a las mujeres de su clan era: “Las mujeres de esta familia no necesitamos a los hombres. Podemos salir adelante solas.” Ese era su jalón hacia el divorcio.
Alicia es una mujer en sus 30´s y no tan felizmente casada. Estaba frente a un dilema; no sabía si divorciarse o seguir con su pareja.
Amaba a su esposo, pero se la pasaban de pelea en pelea. Era una relación llena de conflictos.
Detrás de su dilema, como suele ocurrir, se escondían dos asuntos; uno con papá y el otro con su madre, abuela y bisabuela maternas.
Por un lado, contemplar la opción de divorciarse le generaba mucha angustia. Era igual a fracasar, a no lograr un objetivo trazado. Cuando lo constelamos, vimos que detrás de esa angustia se escondía la necesidad de su niña interior de cumplir con las expectativas de papá.
“Pero entonces, ¿por qué saboteo mi matrimonio y le peleo por todo a mi esposo?” Se preguntaba Alicia.
Detrás del comportamiento de Alicia se escondía una lealtad hacia las mujeres de su clan. Su madre se separó cuando ella era una niña. Su abuela enviudó joven. Y su bisabuela dormía en cuartos separados con el bisabuelo. A duras penas tenían una relación.
El mensaje que Alicia le dirigía a las mujeres de su clan era: “Las mujeres de esta familia no necesitamos a los hombres. Podemos salir adelante solas.” Ese era su jalón hacia el divorcio.
La constelación le permitió ver y sanar a su niña interior que buscaba complacer a papá. También le permitió disolver la lealtad invisible con las mujeres de su familia.
Solo entonces pudo contemplar ambas opciones desde un punto de vista objetivo y claro para ella.
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